Hace 30 años partió Andrés Townsend Ezcurra
Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
30-7-2024
Hace 30 años partió Andrés Townsend Ezcurra
Para no pocas personas, Andrés Townsend Ezcurra (ATE), personificó la decencia hecha doctrina y acendrada fe en los principios apristas. Haya de la Torre confiaba con enorme frecuencia en la capacidad exégeta y redactora de ATE y por eso le encargaba manifiestos y documentos que luego fueron públicos.
Escribí años atrás: “Las nuevas promociones apristas -en realidad alanistas- han sido educadas, aunque el término es más bien impropio, en la ignorancia y en la más versátil elusión histórica. A duras penas pueden reconocer etapas de una forja que fue compendio de blood, sweat, soil and tears al que confundieron en los 20 años que pasaron con "cómo es la mía" o en el vulgar mercenarismo a cambio de pitanzas monetarias o pagadas con un puestito en cualquiera de los desgobiernos 1985-1990; 2006-2011 en que campeó el amiguismo, la compadrería, el utilitarismo, la monra, el robo y la estafa desde Palacio y bajo la capitanía de quien se ha descubierto que no era doctor sino ladrón a secas”. Andrés Townsend Ezcurra: a 20 años de su partida http://www.voltairenet.org/article184935.html?var_mode=recalcul 31-7-2014
También sostuve con personalísimo acento: “Injustamente olvidado por su partido, el Apra, don Andrés fue un hombre valioso y un fiel colaborador de Víctor Raúl. Hay piezas maestras que traslucen su estilo, de belleza buida (como alguna vez dijera otro ilustre recientemente desaparecido, Nicanor Mujica) y que interpretan momentos cenitales de la política peruana, como aquel profundo mensaje que leyó Haya de la Torre al inaugurarse la Asamblea Constituyente de 1978. O cuando las exequias del viejo león trujillano frente a las puertas del Congreso el 5 de agosto de 1979 y fue entonces que Townsend le decía al dínamo Víctor Raúl: “fuiste más presidente que muchos presidentes y te fuiste en olor de multitud como transcurrió toda tu vida”. ATE: a nueve años de su partida
http://www.voltairenet.org/article120331.html 31-7-2003
Se cumplen hoy 30 años de la partida terrenal del integérrimo Andrés Townsend Ezcurra (1915-1994).
Gran parte de las denuncias sobre claudicación moral e ideológica cuanto que programática y de toda índole en la maquinaria que mal gobernó al Partido Aprista a partir del deceso del fundador y líder, Víctor Raúl Haya de la Torre, el 2 de agosto de 1979 y subrayadas en cuanta tribuna a la que tuvo acceso, las hizo Andrés Townsend Ezcurra.
¡Jamás contestó, refutó o explicó Alan García Pérez lo que él mismo revelara a Townsend con respecto a la candidatura presidencial de 1980. García dijo “te cambiamos los votos para que no ganaras”. Aquel año trágico, Belaunde sacó casi 800 mil votos de ventaja a Armando Villanueva.
Muchos dirigentes apristas callaron a sabiendas de las erráticas andanzas capitaneadas por Alan García Pérez. Y lo hicieron porque custodiaban ambiciones que luego se traducirían en carteras ministeriales, puestos edilicios, jefaturas burocráticas, accesos vedados a fondos del Estado y multitud de acciones non sanctas.
Había dicho Andrés Townsend que era importante conservar la idoneidad moral del Partido. No le hicieron caso, se instaló una maquinaria que producía cualquier cosa con tal de acercarse a Palacio. Olvidaron, con saña y perversión, que el camino a Palacio se compraba con oro o con fusiles. O con dinero sucio del narcotráfico. Hay aún sobrevivientes de esas “hazañas” pútridas.
Hoy se habla de la integración latinoamericana como un deber ineluctable de la política continental. Y los jóvenes, sobre todo, ignoran que en la Constitución de 1933 hubo un artículo que prohibía a los partidos de “organización internacional” y que uno de ellos fue proscrito, sus militantes zaheridos o asesinados, por creer en la unión latinoamericana. Uno de los gonfaloneros más entusiastas y lúcidos de este fenómeno fue Andrés Townsend. A su concurso fundacional se debe la creación del Parlamento Latinoamericano y una placa conmemora su recuerdo en 1964 en el Congreso del Perú.
Don Andrés siempre sostuvo que el odio no construía y que también era lastre y en diálogos con su hija mayor, la recordada Elena, así lo subrayábamos cordialmente.
Mi humilde y fraterno homenaje a quien fuera un señor de la política nacional e internacional. Al recordar su estampa y presencia, 30 años después, sí puedo afirmar que el Apra tuvo hombres decentes y lúcidos, uno de ellos, acaso de los más brillantes, Andrés Townsend Ezcurra.