2025: ¡la lucha continúa!
Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
2-1-2025
Mientras que existan niños mendigando y ancianos, hombres y mujeres, acabando sus vidas en la tristeza callejera que implora compasión y persista tozudamente un Estado, sociedad y oídos sordos y torpes impávidos, el periodismo serio, frontal, combativo, tendrá una razón –entre muchas otras- de seguir existiendo y por eso la lucha continúa.
Este año novísimo se prefigura como uno electoral. En buen castellano, la oferta de bufones, comediantes, timadores, reeleccionistas y esquiroles de la desigualdad, exhibirán la vidriera de sus mentiras con el solo propósito de llegar a diputados y senadores, gobierno nacional y regionales, con el anticipo que ya el pueblo sabe quiénes son y de qué pata cojean. Y por eso, la lucha continúa.
En un país que más de 204 años ha aceptado con desvergonzada claudicación ante el engaño, la promesa falsa, la oferta incumplida, la burla a la fe popular, el abuso de la palabrería “difícil” para engatusar a bobos, se requiere con absoluta urgencia el señalamiento de los réprobos hampones de estas malas artes. Y por eso, la lucha continúa.
Transigir con miedos de comunicación que elaboran mentiras que hacen pasar por “verdades” (las de ellos, grupos minúsculos de interés sesgado) y el establecimiento de “opiniones autorizadas” a falsedades que todo el mundo nota o de las cuales hay sospecha significativa, compele a que la lucha continúe.
En Diario Uno, este 2024 que pasó, logramos evidenciar la pésima actuación de profesionales que lejos de brindar con ética sus servicios, hicieron todo lo contrario y abusaron de sus posiciones para mal servir y estafar a sus clientes. Un negligente médico ya fue condenado penalmente y por eso la lucha continúa.
Declinar la convicción que mostraron en las urnas más de 15 millones de ciudadanos en referéndum, pocos años atrás, condenando la reapertura del Senado y abominando de la reelección inmediata en el Congreso, es práctica aberrante porque implica aceptar que menos de 130 ciudadanos torcieron la voluntad popular y por eso la lucha continúa.
Un colega aceptó la promesa de respaldo para un estudio que avanzó, culminó y entregó. Lo que no le dieron fue el justo pago pactado. La tragedia que implica la ruptura de la cadena de pagos es impresionante: quedó endeudado sine die de honra de la obligación, sin blanca en el bolsillo y engañado, lo cual es indigesto e intragable y por eso la lucha continúa.
La lucha continúa cuando por vías electrónicas, ciudadanos remiten sus casos y denuncias, de todo calibre y casi siempre serias, y albergan esperanzas mayúsculas que el escaso espacio en el impreso siga su tema y le dé chances de justicia.
Tuvimos la tarea, en el 2024, de denunciar, con anticipación notoria, irregularidades en la aviación y en las infraestructuras deficientes y tramposas que hizo la concesión de un importante terminal aéreo y que hasta hoy provocan más dudas que certezas, luego de más de 20 años de presencia amasando millones de dólares en el Perú. Por eso, la lucha continúa.
Pudimos, en varios artículos, señalar con precisión irregularidades en la Superintendencia Nacional de Migraciones y con incidencia señalada en algunas de sus funcionarias, hoy cuestionadas por la justicia penal. Superamos un juicio por supuesta falsedad genérica y por eso la lucha continúa.
En el severo examen de los clubes electorales que se hacen llamar “partidos políticos”, le cantamos, de manera directa y sin ambages, las taras, vicios y delitos que no pocos cabecillas de esas taifas, cometieron y con afán de volver a hacerlo si llegan a puestos pagados por el Estado. Y por eso, la lucha continúa.
Nos cupo, entre muchos otros, no pretendemos exclusividad o autobombo de ninguna especie, subrayar la mudez pérfida de los intelectuales que sí hablan de sus preseas y medallas, pero que olvidan los seculares padecimientos de su pueblo por falta de trabajo, salud o educación. Y por eso, la lucha continúa.
Mientras que la oscuridad sangrienta que pretenden los criminales vulgares y los no menos palurdos de cuello y corbata, instalar como modus vivendi incuestionable, “normal” y atávico, la voz protestante de los genuinos hombres y mujeres de prensa valiente, será faro y luz en pantanos negros. Y por eso, la lucha continúa.
Que el 2025 no sea solo un año nuevo. Que sea el reto y el desafío lanzado con audacia a los que cortan el jamón en el Perú. Hay un pueblo con tradiciones de lucha, hay héroes de todos los grupos políticos u orientaciones que se confunden en los fastos comunes de la narrativa desde abajo y desde adentro. Y por eso, la lucha continúa.
Que 2025 sea la fragua, el laboratorio, la plataforma fundamental que reencamine el andar colectivo del sacrificado como valiente pueblo peruano hacia la conquista de la victoria de sus ideales. Hay portaestandartes intrépidos porque hay inequidades repugnantes en la sociedad y por eso, la lucha continúa.
La promesa reiterada, de cuya evidencia hay testimonio escrito todos los días, que el aliento de la raza cósmica de que hablaba el mexicano José Vasconcelos, de la lucha contra los bárbaros Atilas que nos envía la muerte que clamaba Vallejo, y las lecciones de honestidad y limpieza, estarán presentes, firmes y con el indeclinable entusiasmo de forjar un Perú libre, justo y culto.
Y por todo lo dicho, la lucha continúa.