Venezuela con objetividad
Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
11-1-2025
Los partidarios de Maduro, que no son pocos pero todo indica que no son mayoría y que resienten con claridad, un ejercicio prolongado del poder con violaciones a los derechos humanos, a las leyes y por eso su soledad internacional y recios cuestionamientos a los resultados del comicio del 28 de julio, 2024, están por cruzar la frontera peligrosa del caos total y la hecatombe social en el país hermano.
Al momento de remisión de este humilde texto, las horas tempranas anticipaban la asunción del mando de Maduro sin mayores turbulencias o protestas.
Se desconoce si se produjeron incidentes o si tuvo significación la anunciada llegada de Edmundo González líder ex candidato de la oposición. Con María Corina Machado son las figuras principales que simbolizan el cuestionamiento total del chavista Maduro.
Si comprendiese bien su papel integral y tuviese razón, como afirma, González debía marchar a Palacio y exigir el respeto a su triunfo, tal como proclamó desde el 28 de julio. Asunto que deniega el grupo de Maduro. González preso o vapuleado, a ojos del mundo, sí agitaría la conciencia mundial y casi no hay otra opción, salvo la huida.
Algunos en la oposición venezolana, tienen sueños de opio, anhelan que algún país foráneo invada su tierra y desaloje, a sangre y fuego, a Maduro de este nuevo comienzo. Quienes repiquen campanas por esta aberración o son agentes rentados o farsantes. Pretender, a esta altura del tiempo, el coloniaje de cualquier signo, es una traición imperdonable.
En pocos días más se conocerá la posición del presidente norteamericano Donald Trump quien ya ha dejado entrever sus intenciones con respecto a Groenlandia, Canadá y el Canal de Panamá. ¿Debería descartarse alusiones del mismo jaez con respecto a Venezuela?
Los inocentes analistas que decretaron que el imperialismo ya no existía, debieran tomar unos 100 años de vacaciones, irse a Marte o vivir en alguna isla perdida en cualquiera de los siete mares.
¿Tendrá fuerza la oposición para dar lucha efectiva en las calles y en toda clase de representación al régimen madurista? Da la impresión que no es así. Al oficialismo y su soporte concurren las fuerzas armadas y policiales y nada posibilita conocer fracturas decisivas o cuestionamientos intestinos fundamentales. Por tanto, el poder de fuego y las armas, lo detentan los inquilinos en el Palacio de Miraflores.
Los millones de ciudadanos venezolanos que moran en múltiples países, debieran hacerse la siguiente reflexión: ¿qué tal si su combatividad y entusiasmo en tierras que no son de ellos, sirviese como arietes en su lucha in situ su propia patria?
En Perú tenemos algo más de millón y medio de venezolanos, procurando ganarse la vida de algún modo. Los malos elementos que practican el crimen y la exacción, también están activos, lamentablemente siempre réprobos y violentos. Hay decenas de magníficos profesionales honestos ejerciendo sus habilidades aquí.
Mientras que la real politik dicta y exhibe que Maduro sigue en el poder y con apoyo armado, con los recursos dinerarios a simple petición, la oposición no está completa y carece de 5 millones de voces y espíritus que están muy lejos de Venezuela.
¿Cómo combatir a Maduro desde las plataformas de las aplicaciones on line? Precisamente gran parte de esa dinámica se produce de modo virtual. Pero sin hesitar es posible afirmar que eso NO sacará al oficialismo chavista del mando.
¿Qué pasa con el resto de la oposición venezolana? Pretender que Edmundo González y María Corina Machado son las únicas figuras es un absurdo mayúsculo. Tendrá que ser la lucha política en Venezuela y desde sus calles y plazas la que muestre la falta de legitimidad de Maduro. Los miedos de comunicación pueden decir cualquier cosa.
Una América Latina desgajada en republiquetas separadas carece de respuestas eficientes y constructivas. Las instituciones, la OEA por ejemplo, han perdido la escasa fuerza representativa de que alguna vez gozaron. Desunidos nada somos.
Pretender que los grandes miedos de comunicación dicten qué y que no hacer en Latinoamérica sólo es claudicación y de las peores porque nos conduce a un colonialismo mental que se creía extinguido o en retirada.
La o las propuestas de solución, reales y afincadas en el análisis detallado y honesto de la verdad en Venezuela, necesariamente tienen que nacer desde allá. Los fenicios que trafican aquí con los ciudadanos llaneros y que hoy viven lejos de su país y trabajando aquí o en todo el mundo, no merecen ningún respeto. Esos miserables solo se enriquecen con el sufrimiento y una diáspora muy cuestionada.
Ni Washington, ni Moscú, ni Beijing, tienen llaves mágicas de solución para países como los nuestros. Es hora de dar respuestas como pueblo continentes en procura de la unión formidable ante las nuevas y viejas amenazas desde los centros de poder.
Todo lo demás es fantasía inane y absurda.