Partidos en caos permanente
Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
26-4-2025
¿Qué, aparte de algún puesto de trabajo, sinecura pasajera o pitanza de ocasión, puede ofrecer un club electoral, alias partido político? Sin figuras, las actuales todas deslucidas y opacas, creación ideológica o programática, estas organizaciones otean su colapso terminal.
Las nociones de partido-escuela para preparar a los cuadros en caso de llegar a la administración pública o colectividades solidarias, donde la fuerza cooperativa parte de abajo hacia arriba, de la multitud hacia los líderes, receptores del mandato popular, han sido en la actualidad absolutamente canceladas.
La hambruna angurrienta por respaldo y la movilización de portátiles (adláteres gritones a S/ 20 soles diarios), grafican que el amor no es al servicio al pueblo, en caso de arribar a la representación, sino a los sueldos fijos y seguros, a los protocolos que convierten a simios en ciudadanos con honores y al consabido tráfico de influencia en las alturas.
Los intereses de los clubes electorales son miopes, pequeños, circunscritos a las ansias de vivir bien sin trabajar y de hacerlo, acometen nichos diminutos y con socios que no sueltan los mandos o los reconocimientos legales que surten de ventajismos y dineros.
¿Se entiende el por qué las ansias por ser diputados, senadores, portapliegos, choferes o asesores de los legisladores? Es el más genuino y límpido amor a los chicharrones.
Las cúpulas dominan a los clubes electorales. Algunas, muy suertudas y con votos de respaldo, practican el secretismo y la omertá (ley del silencio), unos pocos tienen la clave de las ventajas y granjerías que negocian en base al espacio que cada quien pueda demostrar.
¿No hemos comprobado “manifestaciones apoteósicas” de 10 personas con banderolas, camisetas y respaldo de prensa muy bien pagada para vitorear a anticarismáticos individuos con largo prontuario en la vida pública?
¿Vio usted a alguien de los partidos, clubes o mafias, presentar su tesis razonada y estudio sobre el Memorándum de Entendimiento Aéreo con Chile que viene llenando, desde el 2011, con miles de millones de dólares, las arcas del país sureño y ¡nada para el Perú!
Lo del Puerto Chancay ya no concita interés en las gavillas y hay temas de soberanía, legalidad, trampas, personajes siniestros y hechos consumados aún por investigar. Nótese que con un puerto en manos privadas, Cosco, pero de decisiva influencia del Partido Comunista de China en tierra peruana, hay una situación pendiente de responsable aclaración.
Doña Dina quiso irse a pasear al Vaticano. Alguien, parece que el mediocre canciller Elmer Schialer, la convenció que su asistencia a las exequias del ex papa Francisco, era fundamental. Los legisladores NO le dieron permiso.
¿Qué atractivo decente puede suscitar un club electoral en almas jóvenes que desean hacer política? La falta de definición de cualquier especie y los sonados escándalos por situaciones no aclaradas en la función pública, generan rechazo en los ciudadanos.
No debe llamar la atención que el único grupo definido, sólido, convicto, lo conforman los que no votan, lo hacen en blanco y con divorcio ¡absoluto! de cualquier bandería política y con un porcentaje que supera ¡el 30%!
Si los independientes, los que votarán viciado o nulo o los disconformes, tuvieran candidato, podrían dar una sorpresa sin atenuantes al país. Cierto que el caos permanente que es el Perú, aumentaría sus revoluciones. ¡Y confusiones!
En buena cuenta, ¿están los partidos, partidos en mil y un pedazos inconexos, carentes de un proyecto doctrinario y menos ideológico en cuanto al Perú como tal y como trabajo político en Latinoamérica?
Si las agrupaciones o colectividades no tienen opinión sobre temas sustancialmente difíciles y ríspidos como el tema de las fronteras con cinco países en un mundo globalizado, ¿qué esperan para hacerlo?
A menos que, sería lamentable, la globalización también haya enajenado el cerebro de los líderes que ahora creen que las inversiones solucionan todos los problemas. Y el dios Mercado compone todo.
¿Y dónde están los intelectuales? No pocos son alabarderos de ONGs (organizaciones no gubernamentales) y viven ¡precisamente! de no pelearse ni cuestionar al sistema. ¡A lo más consultorías deleznables, llenas de palabrería y que suman toneladas en los sótanos de los ministerios!
En Perú hemos inventado realidades y reemplazado la obra sólida y perdurable por el discurso plazoletero y demagógico de embusteros que a la hora suprema optaron no por el derrotero heroico de pelear por sus convicciones, sino abandonar la pelea y portarse como cobardes.
¿Y los jóvenes? ¿Nuestros sucesivos Estados y gobiernos, pueden garantizarles que tendrán futuro para emplear lo que aprendieron en las universidades y si son nacionales, tanto más que obligatorio compromiso con el Perú?