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¿Turismo como política de Estado?

¿Turismo como política de Estado?

Publicado: hace 4 horas


Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

14-5-2025

¿Turismo como política de Estado?


Algunos funcionarios han empezado a calentar la posibilidad que la mandataria Dina Boluarte viaje al Vaticano. Pocos días atrás el Congreso le negó permiso para igual propósito y todo indica que la señora está insistiendo y alienta estos esfuerzos colaterales.

En Perú los funcionarios son capaces de jurar que llueve para arriba y lo hacen hasta de manera notarial.

Leamos.

“La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, destacó la relevancia de que la presidenta Dina Boluarte asista a la misa de entronización del nuevo papa en El Vaticano, luego de que este anunciara su decisión de adoptar la nacionalidad peruana e incluir la bandera nacional en su escudo.

Para León, la presencia de la jefa de Estado en esta ceremonia representaría un gesto significativo de unidad y reafirmación del compromiso del Perú con la comunidad católica.

La funcionaria recordó que, según la Constitución, la Presidencia de la República es la máxima representación del Estado, por lo que consideró que una eventual participación de Boluarte en dicho evento contribuiría a fortalecer la imagen institucional del país y consolidar los lazos con el Vaticano”. https://diariocorreo.pe/politica/ministra-desilu-leon-considera-sumamente-importante-que-dina-boluarte-asista-a-misa-papal-en-el-vaticano-peru-papa-leon-xiv-noticia/?ref=dcr#google_vignette

La fe religiosa de cada quien es un tema respetable. ¿No hay quien informe con ánimo ilustrativo y bondadoso a la señora Desilú León, que entre Perú y el Estado Vaticano hay un tratado que lleva el nombre de Concordato?

Para mayor abundancia de datos, desde que ese convenio se firmó con extrema discreción en 1979 ¡ningún Congreso ha discutido y menos refrendado dicho tratado que rige desde la fecha antedicha!

Perú se define como Estado laico, de tal manera que no puede -o no debería- existir preferencia por alguna fe en particular. Dura lex, sed lex, aunque no se cumpla.

La señora León debiera comprender que el compromiso de la sociedad y su entorno geopolítico no se confina a ninguna comunidad aislada o singular, sino que Perú es un todo indivisible.

Las papas queman en el país, huelgas, paros, crímenes y ajustes de cuentas, desarreglos financieros y productivos, abusos de potencias que armaron un ring de box aquí y se pelean delegando a representantes nativos los guantazos de ida y de vuelta. En suma el caos institucional peruano, no necesita de mayor demostración.

Y si aquí está la bronca ¡y sus soluciones!, ¿la asistencia a una misa, por respetable que sea, generaría caminos de solución a miles de kilómetros de las ocurrencias? Albergo muy serias dudas que un viaje intercontinental produzca maravillas de esa envergadura.

El papa León XIV es ahora jefe de un Estado y debe expedirse como tal, con el enjambre de funcionarios a su servicio y a los propósitos que se ha impuesto el pontífice. Pretender que nos dará trato preferencial y VIP, es un disparate.

El turismo como política de Estado carece del ministerio que funciona de facto cuando se trata de los viajes, secretarias o asesores, inventan todos los pretextos posibles para ser de la partida junto a sus jefes.

Mientras que algunos hacen turismo, visitan ciudades, compran recuerdos para sus familias y para revender a su vuelta al barrio y al doble de precio, decenas de millones de peruanos sufren la improvisación de gobernantes mediocres, insensibles y con mísero cociente intelectual tanto que a veces no diferencian una trompeta de una escoba.

La legisladores Susel Paredes, con energía y franqueza, dice sobre este particular: “Hay que ser muy sinvergüenza para querer asistir a una ceremonia religiosa católica cuando no se cumplen los Diez Mandamientos. Dina Boluarte miente (…) Y uno de esos mandamientos que obedecemos es no mentir. Ella no los cumple”.

Según encuestas doña Dina Boluarte frisa el 0% de aprobación. Es decir, su credibilidad está en el piso. Por vergüenza propia, debía abandonar su ambición turística de visitar el Vaticano y ganarse puntos para su desastrosa imagen pública.

Cuando ya no esté en Palacio podrá viajar a donde le plazca y es importante decirlo ¡con la suya!, que la del pueblo no tiene que sufragar los tours de funcionarios bien pagados.

Los ministros se deben al pueblo y no deberían estar perdiendo el tiempo en salmodias y recomendaciones sobre sus intenciones de viaje (Boluarte).

En el reglamento de funciones de los ministros ¿se prevé esta clase de inciensos a la jefe del Ejecutivo? Acaso el Congreso, otra de las corporaciones sumamente detestadas, debiera poner freno a tanta huachafería desbocada que ¡además! descuida su trabajo en los portafolios.

La vergüenza es recomendable. E imprescindible en la cosa pública.


Escrito por

herbertmujicarojas

¿Será lícito describirse uno mismo? Al servicio y consagración de las causas populares. Nada hay más importante que procurar la victoria de los ideales que pasan por un Perú libre, justo y culto.


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