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Soberanía popular y toma del poder

Soberanía popular y toma del poder

Publicado: 2025-06-12


Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

12-6-2025

Soberanía popular y toma del poder


¿Por qué los clubes electorales -alias, partidos políticos- no plantean el fundamental tema de la soberanía popular como piedra angular de sus programas públicos e irrenunciables ambiciones de ejecutar, si llegan al gobierno?

La plástica democracia electoral que vivimos, presidente y ahora de vuelta, diputados y senadores, ballotage aunque los porcentajes que respalden a los dos primeros candidatos sea más bien mísera suma de guarismos sin mayor representación nacional, ha probado de todas las formas posibles su ineficacia y es más bien una caricatura social.

No hay soberanía nacional sin soberanía popular, poder que radica en el pueblo cuando toma decisiones, además del voto acostumbrado, en los referendos, consultas diversas y opiniones que sirven para mejores gobiernos nacionales, regionales o distritales.

La desatención culposa de que hacen gala los irresponsables clubes electorales ha traído como consecuencia que los jefecitos o mandones de aquellos, sean individuos sin mayor respetabilidad y casi siempre archiconocidos por sus picardías, deshonestidades y robos en las alturas de cualquier mando. Ni las asociaciones de padres de familia se libran de esta plaga.

En el esquema clásico, la toma del poder ocupa un rol relevante. Quienes -partido, frente, coalición- lo asuman tendrán el duro reto de organizar un gobierno que contemple las aspiraciones mayoritarias.

Dejemos constancia clara que llegar a Palacio no equivale a tomar el poder, acaso a la plataforma administrativa. No hay diseño popular sin masas genuinas y convictas.

Hasta hoy todos los gobiernos del Perú han representado a minorías, grupúsculos y los que hicieron frontis fueron unos. Los del poder real, otros, los mandones de siempre que sometieron con dinero, mucho dinero y poder de coerción a quienes dieron la cara.

Por cierto, la garrulería barata de que están inflamados los clubes electorales, alias partidos políticos, sólo proclama la “necesidad” de acceder a puestos parlamentarios y administrativos. ¿Cambio, revolución, regeneración, limpieza moral? ¡Pamplinas!

El Estado y su representante episódico cada 5 años, el gobierno, en Perú no representa a las grandes mayorías. No responde a sus expectativas de justicia, pan con libertad o igualdad. Por el contrario, es vocero de grupos minúsculos que persisten en la creencia que el país es una chacra, ellos son los capataces y el resto debe acatar cuanto se les ocurra y de lo que se trata es ¡que no toquen sus intereses y ganancias!

Para el desaparecido profesor Francisco Durand “Nuestro estudio sirve para reflexionar sobre un fenómeno no solo poco estudiado sino pobremente comprendido. La captura del Estado, un pernicioso juego de poder contemporáneo, puede ocurrir en democracias o en dictaduras, y es por lo tanto un fenómeno que no está relacionado a un tipo particular de régimen, indicando cómo ciertos poderes, en este caso el corporativo, pueden lograr privilegios y ventajas con gobiernos elegidos o gobiernos de facto. La captura económica o corporativa, sin embargo, preocupa más en las democracias, porque en principio la suma de decisiones debe ser transparente y operar en un sistema de rendición de cuentas y estado de derecho”. Odebrecht, la empresa que capturaba gobiernos, p. 275, Lima, 2018.

La problemática fundamental sobre qué tipo de Estado y para qué, está totalmente olvidada por los clubes electorales, mal llamados “partidos políticos”.

El Estado y sus gobiernos son coto de caza de las sucesivas mafias que alternan colocaciones o manejan de manera mixta las riendas de cómo se administra el poder en el Perú y, ciertamente, muy de acuerdo con los genuinos y grandes capos que dominan al mundo y que determinan qué produce y qué no Perú, cómo cotiza su moneda, qué clase de sistema económico predomina, si extractivista o exportador de piedras, manteniendo al país engrilletado a cánones tradicionales.

Las gavillas que gobiernan desde siempre por “linaje”, apellido con autobombo, “tradición” y traiciones en todo orden de cosas: note el lector quiénes rotan de canal en canal, diario en diario, radioemisora en radioemisora, ministerio en ministerio, de gobierno a gobierno y constatará la subrayada repetición de “politólogos, analistas, estrategas, exégetas” que son los mismos desde hace 40 o más años y con una mediocridad disimulada por toneladas de “estudios” o cantinfladas llamadas pautas o carpetas o diseños estratégicos y rimbombancias por el estilo.

Desde entonces el capitalismo salvaje, la explotación del hombre por el Estado y por el hombre, es ley sin derechos para las grandes mayorías ni quién los defienda porque todos los poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están en su contra.

La toma del poder y cómo obtenerlo debiera ocupar un plano central en las preocupaciones y ambiciones de la política peruana. “Olvidar” el tema, es obsequiarlo –como sucede hoy- a las mafias que hacen lo que les viene en gana.


Escrito por

herbertmujicarojas

¿Será lícito describirse uno mismo? Al servicio y consagración de las causas populares. Nada hay más importante que procurar la victoria de los ideales que pasan por un Perú libre, justo y culto.


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