ya acabó su novela

Taigeto peruano

Taigeto peruano

Publicado: hace 9 horas


Informe

Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas

14-7-2025

Taigeto peruano


El monte Taigeto fue utilizado por los espartanos para la ejecución de los recién nacidos con defectos físicos y de los delincuentes.

¿Cuándo aprenderán los peruanos, de los griegos, que no es malo construir su propio Taigeto para arrojar desde sus altas y escarmentadoras cumbres a todos los traidores contra la patria? No se descarta, como veremos a continuación, que embajadores por montones, militares en igual proporción, intelectualoides vendidos, espías rentados y tecnócratas siempre venales, llenen las pendientes en su caída cuesta abajo la rodada.

Pero no hay otra fórmula para que un pueblo purifique su organismo contaminado. La blandura, ese oro y esclavos, aquella alma dormida sin vitamina y anemizada en la pobreza moral de cabeza gacha ¡tiene que terminar!

Es obvio que la tarea está encomendada, casi por completo, a las nuevas generaciones, las actuales están corruptas, viejas, mohosas, retardadas en el envilecimiento integral sufragado por dineros foráneos y compradores de conciencias al peso que pululan en todos los ámbitos de la vida nacional.

¿Cómo escarmentar a los ladrones que hay en la administración pública? Los cargos los tienen de abuelos a nietos y la gran mayoría se protege entre sí. El espíritu de cuerpo, válido para las grandes empresas colectivas y sociales, es una coraza de impunidad y hermandad en el delito y en el robo.

Si uno cae, arrastra, en larga cadena al subsiguiente, por tanto, para que nadie afronte la desgracia, ¡nadie debe ser culpable! ¿Serán más importantes los carnés partidarios o los compadrazgos taimados a la hora de poner en la picota a los pillos? Nuevamente ¡vamos a ver!

¿Y cómo castigar a los delincuentes? A veces las cárceles son insuficientes. Sostengo que a los cacos debía enviárselos a limpiar baños, arreglar jardines, barrer pistas y calles, cuidar cruceros peatonales u ordenar las colas de los microbuses, siempre con su credencial del ministerio o dependencia a la que perteneció, al pecho, para que su identidad esté a la vista y hasta que completen el tiempo para su jubilación.

Además, debía descontarse la reparación civil que el Estado imponga al mal servidor. El látigo moral ¡es mucho más efectivo que leyes dadas por pandillas hábiles en buscar cortapisas y amenguar los castigos!

Ciertamente, estos cánceres ambulantes, no podrán postular a puestos públicos ¡nunca más! y morirán con el estigma de traidores a la patria. ¡No interesa que fueran u ocuparan cargos importantes, por eso mismo, la punición debe ser mucho más estricta!

A estos el Taigeto les cae de perillas porque su contribución a la forja de la Patria es nula, eficaz y depredadora sí su daño al país.

Cuando en Perú se logre señalar en sitios públicos a los malos parlamentarios, pésimos diplomáticos, funcionarios ministeriales antipatrióticos, periodistas venales y a sueldo de las gavillas o transnacionales, y botarlos de restaurantes, cines, clubes o de lo que fuera, entonces el país conseguirá una catarsis extraordinaria que mostrará ¡cómo se repugna en Perú a los delincuentes!

El análisis tecnocrático tiene algunos mecanismos cínicos y se basa en que los números no mienten. Entonces todo se reduce a estadísticas, cifras, porcentajes y a todos se mete en el mismo saco. Al que gana como 100 como al que obtiene 15 ó 20.

¿Es disyuntiva válida equiparar guarismos a ciudadanos? Alguna vez la Constitución en su Preámbulo subrayaba el fin supremo del quehacer público y privado, simbolizando en el ser humano tal distinción.

A tenor del bombardeo que miedos de comunicación, hacen expresa y también subliminalmente, las 24 horas del día, hemos vuelto a ser guarismos vulgares, números de nómina, patanes sin nombre o apellido. La insolencia de un lenguaje tecnocrático, aplicada a la cosa pública, así lo demuestra palmariamente.

¿Tienen reacción los partidos o el partido? ¡Nada de nada! Cuando un pueblo y sus castas políticas declinan la defensa de sí mismas, vía el torpe renunciamiento hasta de sus más elementales fórmulas cívicas, se llega al filo de la navaja en que todos se cortan y los más débiles quedan donde siempre estuvieron: convidados de piedra!

El vivo vive del tonto, el tonto de su trabajo y los mercenarios ocasionales, en todos los gobiernos, montan sus fortunas, riquezas misteriosas, sobre el aplastamiento espiritual, periodístico, económico y político de quienes no saben defender su calidad ciudadana!

Los sucesivos gobiernos se critican entre sí y el mérito consiste en ser menos malo que el precedente. Apuestas hacia abajo no, como debía ser, hacia las excelsas ambiciones superiores.

Hasta hoy he tenido esperanza en todas las personas a las que he comunicado ideas e iniciativas, a mi juicio muy interesantes y rentables; he persistido con esa fe procurando alentar dinámicas creadoras y procuradoras de recursos; he hablado con empresarios de alto nivel y hombres y mujeres de negocios populares, a uno que otro he conseguido entusiasmarles.

De repente lo del Taigeto para nuestros defectuosos hombres públicos no sea tan necesario como habíamos pensado.


Escrito por

herbertmujicarojas

¿Será lícito describirse uno mismo? Al servicio y consagración de las causas populares. Nada hay más importante que procurar la victoria de los ideales que pasan por un Perú libre, justo y culto.


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